Olsen queda en Gorriti 5870 entre Carranza y Ravignani. En la esquina de Carranza y Gorriti, nos encontramos con una situación muy violenta, de personas peleándose a la salida de lo que ahora es una casa tomada, "Va a terminar a los tiros" escuché, mi piel de gallina ya era un rayador, y mi disparo fue cruzar en diagonal (no intentar en casa) y caminar rápido, o mejor dicho, brincar escapando la situación.
Olsen tiene un precioso jardín con una fuente geométrica de madera en la pared, la mezcla de colores dentro es blanco de los azulejos y paredes, negro de la herrería y la chimenea en el centro, madera en la cocina y escalera, cemento y mucho mucho vidrio, decoración minimalista y lámparas de cobre fabulosas. Los mozos están de blanco y negro, tienen opiniones fuertes e indicaciones según tus gustos, son ágiles y esbeltos (característica clásica de la elección del personal masculino) también muestran una pizca de superioridad, pero no jode.
El menú es magnifico, eso siempre lo vas a tener cuando Germán Martitegui es el chef. La mejor selección de productos, presentaciones increíbles, calidad superior por donde lo mires. Más allá de que Germán diga que su comida es simple, siempre hay una gran sofisticación en cada bocado.
Olsen es cocina nórdica, hay desde arenque y smorrebrod con distintos ahumados (un pan típico de la cocina nórdica, lo sirven en todos lados, incluyendo Noma en Dinamarca) hay una carta solamente de vodkas, y al mediodía hay menú ejecutivo, YEY!
Para empezar hay unos panes con forma de donut, para embocar en la panera, todos caseros y calentitos, para untar con manteca aireada con ciboulette. Seguimos con unos capiroskas de maracuyá, y la entrada para compartir de blinis de maíz, con crema ácida (también aireada, y les juro que con solo pensar en la crema ya quiero comerlo de nuevo), caviar negro, trucha ahumada, y salmón ahumado.
Y de platos principales, pedí la "pizza" de salmón, que era mas una "lasagna" sin masa, con capas de zucchini, papa, terminado por una crema con eneldo y un poquito de pickle. Michu se pidió el risotto de siete granos con huevo poché, que no le gustó, y la verdad que le faltaba un sazonado, un poco de amor. Betty se pidió el lomo, mi papá se pidió los ñoquis de pescado -una especie de gefiltefish- con vegetales, y mi mamá los mejillones que venían una cremita para untar unos bastones de papa rebozados, dorados y crocantes, por dios, que rico!!!!!
Gran experiencia.
Panes:
Blinis, de atrás para adelante: la crema, el salmón, el caviar, y la trucha
CAIPI:
Ñoquis de pescado (salmón blanco)
Risotto de siete granos:
Pizza sin masa:
Mejillones:
Michu y Mariana
Betty
Telefono: 4776 7677
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